La importancia de establecer una rutina en casa

Ante la situación por la pandemia del COVID-19, en estos momentos la prevención es esencial para evitar el contagio. Es importante tener en cuenta que no es un tema para subestimarlo, el riesgo es real y está en nosotros impedir que se siga propagando el virus y a la par, que el aislamiento social se prolongue. Tal vez no te afecte a ti, pero ¿y a tu familia, a tus seres queridos?

Entrando en materia, viene la pregunta del millón ¿qué hago ahora en casa? Antes de entrar en pánico, recuerda que las clases siguen (en línea, pero siguen) y las actividades laborales también. Lo difícil es cómo hacerle con tantos distractores y con el tiempo extra que se tendrá en casa, para lo cual te recomendamos lo siguiente:

  1. Establece una rutina

En un inicio, levantarse tarde y descansar puede sonar muy agradable, pero conforme van pasando los días, puede resultar tedioso si no tienes claro qué hacer. De preferencia no te levantes tarde, planea horarios para realizar tus actividades, clases y/o trabajo, tarea/pendientes; además de que éstos espacios sean con la menor cantidad de distractores posibles. No es recomendable trabajar desde cama, ya que ésta es para descansar y al tener asociado el descanso, puede ser más pesado trabajar desde ahí. Busca un lugar fijo en dónde trabajar para que, al momento de llegar a este, inmediatamente lo asocies con trabajo y no con descanso. Procura un espacio donde tengas a la mano todo el material y/o equipo que puedas necesitar; la ventilación y buena iluminación también favorecerán tu concentración y productividad.

Además, dentro de tu rutina debes programar actividades recreativas que no incluyan sólo televisión y redes sociales, sino que involucren actividad mental y estimulación de tus sentidos, acciones que verdaderamente logren despejarte e intenta incluir actividad física por mínima que sea.

  1. Cuida tu alimentación

La incertidumbre y el temor que prevalece ante la contingencia que estamos enfrentando puede generar ansiedad y comer puede ser una forma de intentar aliviarla. Por esto, es fundamental establecer un plan de alimentación. Procura comer lo más saludable posible, establecer horarios para consumir tus alimentos, mantenerte hidratado y evitar la comida chatarra. Si te das cuenta que comes por ansiedad, miedo o alguna otra emoción, has una pausa en tus actividades, escucha a tu cuerpo, revisa de donde viene esa sensación y plantea acciones realistas y efectivas para manejar lo que sientes; realiza algún tipo de meditación y/o respiración. Los gustos y “cheat meals” pueden estar permitidos, pero con medida y siempre y cuando no se conviertan en la base de tu alimentación.

  1. Disminuye el uso de redes sociales

Uno de los primeros recursos ante el aburrimiento, por inercia puede ser establecer una conexión profunda con el teléfono celular.  Está bien que lo utilices, es una herramienta para estar informado, realizar algunas tareas académicas y/o laborales y hasta cultivar las relaciones sociales. Pero después de unas horas puede llegar a ser muy fastidioso y redundante. Por esto te recomendamos regular su tiempo de uso, estableciendo qué actividades realizarás desde él, lapsos de tiempo para usarlo y de reposo. Esto último puede evitar el fastidio que genera el contenido que estás consumiendo y te permitirá alternarlo con otras acciones productivas, llevaderas e incluso recreativas.

  1. Convive, no cohabites

¿Quiénes son estas personas en mi casa? Ah, mi familia, mis roomies ¡claro! Aprovecha este tiempo para verdaderamente convivir con ellos, realicen actividades juntos, entablen conversaciones profundas donde puedan conocerse, hablar de sus emociones, sueños, proyectos a futuro e incluso recordar los momentos que han compartido. También es una oportunidad para desempolvar los juegos de mesa, rompecabezas, ver películas juntos e incluso videojuegos de multijugador. Involúcrate en las actividades de casa como parte de la distracción y que esta sea una oportunidad para estrechar la relación que tienes con quienes vives.

  1. Intenta actividades diferentes

Uno de los cuestionamientos que todos nos hemos hecho en algún momento es ¿cómo le hacían nuestros abuelos? Plantéate incluso cuando los bisabuelos no tenían ni siquiera luz. Es posible estar en casa, atrévete a no sólo usar la computadora, tablet, celular o videojuegos, Intenta leer un libro, dibujar, colorear, tomar un curso en línea, preparar esa receta que quieres probar o perfeccionar, hacer alguna manualidad, entre otras cosas que puedes realizar. Si bien puede sonar trillado o de flojera, está probado que las actividades con las manos (motricidad fina) relajan y refuerzan la capacidad cognitiva. Dale la oportunidad a actividades diferentes, podrías sorprenderte.

Intenta llevar a cabo algunas de estas recomendaciones, el aburrimiento puede llegar y se trata de ponerse creativo para combatirlo. Dale la oportunidad a nuevas experiencias y que el aislamiento no se convierta en un enemigo más con el cual luchar. Al término de la contingencia podrás sentirte muy satisfecho de haber usado el tiempo para tu beneficio al incursionar en otras formas y actividades que te permitieron explorar tus intereses, pasiones y tal vez descubrir algunos nuevos también.

Dirección de Desarrollo Estudiantil

Departamento de Apoyo Estudiantil

Lic. Mónica Guadalupe Cano Ruíz

Asesora Psicológica

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