Muchos países que han logrado hacer que la epidemia de COVID-19 sea casi erradicada, han comenzado a regresar a sus actividades diarias de manera escalonada y guardando aún medidas de seguridad y cuidados sanitarios para evitar un remonte de la enfermedad.
A pesar de que los contagios disminuyan casi por completo, no sabemos si podremos hablar de un regreso a la vida normal como lo conocíamos hasta que una cura y/o vacuna para esta enfermedad sea encontrada. Por ello, te damos algunas recomendaciones para que tengas cuidados extras o evites los lugares con mayor riesgo de contagios numerosos.
Gimnasios. Desde siempre, los gimnasios han sido un “caldo de cultivo” para los gérmenes, incluidos los estafilococos, el virus del papiloma (VPH) y los virus respiratorios en el aire como COVID-19, que dura más tiempo vivo en superficies de acero, como las barras de estabilidad, pesas y otros aparatos de entrenamiento.
Limpiar una máquina después de usarla no significa que otros estén haciendo lo mismo o que lo hagan de manera correcta; asegurarlo es casi imposible y si tú limpias la máquina que usas antes y después de usarla, no te garantiza que la persona que hace ejercicio junto a ti no te contagie.
Baños públicos. Es complicado salir a algún lugar y evitar utilizar el baño. Esto propone un riesgo a tu salud, especialmente durante un brote pandémico como el actual, pues estos lugares están repletos de gérmenes, como estreptococos, estafilococos, E. coli, bacterias shigella, virus de la hepatitis A y el virus del resfriado común, lo que significa que el coronavirus probablemente también esté al acecho.
Por lo tanto, incluso si sales cuando los lugares públicos se vuelven a abrir, haz todo lo posible para evitar usar los baños y si debes hacerlo, evitar tocar cualquier superficie antes y después de usar el sanitario, asegurándote de lavarte las manos de igual manera; antes y después de utilizarlo. Evita tocar la manija o puertas una vez que te hayas lavado las manos después de usarlo, para disminuir el riesgo de contagio.
Transporte público. Antes de que la pandemia actual nos ocurriera, cosas como pensar que virus, bacterias y otros gérmenes están al acecho en todos lados, no se cruzaban por nuestra mente. Lo cierto es que, aviones, trenes y autobuses son probablemente algunas de las cosas más sucias que la gente frecuenta todos los días, con riesgo de causar infecciones de la piel, conjuntivitis, o infecciones estomacales y respiratorias, entre muchas otras. Todo porque miles y miles de personas utilizan estos medios de transporte diariamente, muchas de ellas con enfermedades y hábitos de limpieza no adecuados, que dejan rastros de virus, bacterias, hongos y otros, en cada superficie que tocan.
Es difícil limpiar estas superficies cada que alguien sube o baja de estos transportes, y, aunado al espacio cerrado y muy concurrido que representan, el riesgo de contagio al utilizarlos es casi seguro.
Tiendas de autoservicio. La cantidad de gérmenes que se encuentran en el mango de la manija de la puerta de un refrigerador, la manguera de la gasolina, el cubierto para servir condimentos, los carritos del supermercado, etc., son demasiados como para querer arriesgarse. Cada una de las cosas que tocas para comprar quizás también fueron tocadas por otras personas. Si es necesario asistir, se recomienda usar guantes para protegerse de la exposición o toallas de papel que actúen como un escudo entre tus manos y los objetos. Ni hablar de utilizar los condimentos y cubiertos al alcance de todos en tu restaurante de comida rápida favorito, es mejor no hacerlo si no puedes estar seguro de su completa inocuidad; al menos durante los brotes epidémicos.
Parques de diversiones. Estos lugares representan espacios concurridos con pocas posibilidades de llevar a cabo una distancia sana, además de que gran parte del equipo encontrado en los parques está hecho de plástico o acero inoxidable. Y un estudio reciente del New England Journal of Medicine encontró que el plástico y el acero inoxidable eran dos de las superficies más susceptibles al coronavirus, capaces de retener el virus hasta por varios días.
Es mejor evitarlos hasta que salir a lugares muy concurridos vuelva a ser seguro.
Bancos, cajeros automáticos y máquinas expendedoras. En la mayoría de las ocasiones, utilizar estos servicios implica utilizar dinero en efectivo, que al ser papel y metal son difíciles de desinfectar, sino que se ha comprobado que estos sitios, especialmente las máquinas y cajeros, están aún más infestados de gérmenes que las paradas del transporte público. Si es necesario asistir, sigue las recomendaciones de aplicar gel antibacterial con alcohol a más del 70% y evita llevarte las manos a la cara para evitar un contagio.
Piscinas y balnearios públicos. Las piscinas y balnearios nunca han sido los lugares más limpios, para empezar, ya que los gérmenes pueden estar flotando literalmente de persona a persona en el agua, y en un mundo pospandémico seguirá siendo así.
Hasta que no exista una vacuna, se recomienda evitar estos lugares para no contagiarte de COVID-19.
En resumen, no es seguro frecuentar o tocar directamente, lugares y objetos que mucha gente usa, mientras el riesgo de un nuevo brote pandémico siga latente. Para cuidarte, piensa en evitar los lugares en los que no puedas realizar sana distancia o evita tocar cualquier cosa que mucha gente utiliza y que podría llevarte a adquirir el virus, como barandales o pruebas de cosméticos y otros productos.
Por el momento, lo más seguro es utilizar tus propias cosas (debidamente sanitizadas), y estar en compañía limitada.