El sector gubernamental también se beneficia de las prácticas logísticas, pues es a través de ellas que pueden desarrollar soluciones creativas para mejorar la calidad de vida de las áreas urbanas. Por ejemplo, debido a las concentraciones poblacionales muchas ciudades tienen graves problemas de tráfico con efectos negativos como ruido y contaminación. La logística ayuda a reducir estos problemas con herramientas que mejoran los sistemas de transporte público ofreciendo una red eficiente de transporte entre cualesquiera dos puntos de la ciudad. Por otro lado, los gobiernos deben ofrecer una serie de servicios como escuelas, centros de salud, servicios postales, etc. Una vez más la logística ayuda a decidir dónde ubicar estos servicios y cómo operarlos para optimizar el dinero de los contribuyentes.