Universidad de las Américas Puebla
Palabras del Dr. Luis Ernesto Derbez Bautista
Informe de Actividades 2015 - 2016
San Andrés Cholula, Puebla, a 6 de abril de 2016


Estimados miembros de los Consejos Académico y Administrativo de nuestra institución: en cumplimiento a lo establecido por el Estatuto Orgánico de la Universidad de las Américas Puebla, en su artículo 12º, fracción XV, entrego a ustedes en esta sesión conjunta, el Informe de Actividades correspondiente al período 2015-2016. Como todos los años, solicito su autorización para hacerlo accesible a todos los miembros de la comunidad universitaria, a través de su publicación en el portal de nuestra institución. A partir de este momento el informe estará disponible a todos los miembros de nuestra comunidad a través del intranet institucional.


Introducción

A lo largo del año transcurrido cumplimos de manera sobresaliente nuestro objetivo de ofrecer los más altos niveles de calidad académica de cualquier universidad privada en México y América Latina. Durante el mismo, ratificamos la calidad académica de los programas de licenciatura que ofrecemos y consolidamos nuestra transformación de una institución de enseñanza académica de excelencia, hacia otra en la cual la investigación y los programas de posgrado juegan un papel primordial en la sustentabilidad de dicha calidad académica.  Hoy afirmo con orgullo que el talento, trabajo y dedicación de cada uno de ustedes, miembros de la comunidad UDLAP, permitió que en todo México seamos reconocidos como la mejor universidad privada del país y que, por primera ocasión en nuestra historia, obtuviéramos nuestra re-acreditación ante la Southern Association of Colleges and Schools, Commission on Colleges sin una sola observación

Como parte de este proceso de consolidación académica, durante el pasado año refrendamos la acreditación de 41 programas de nivel licenciatura ante los diferentes organismos nacionales pertenecientes al Consejo para la Acreditación de la Educación Superior A.C. (COPAES), número que corresponde al 80% de la oferta total de licenciaturas de nuestra institución.  Mención especial merecen las Escuelas de Artes y Humanidades, Ciencias Sociales, y Negocios y Economía, cuyos programas de licenciatura han obtenido el 100% de acreditación. Gracias a este esfuerzo de nuestra comunidad, hoy el 89% de nuestros estudiantes de licenciatura se encuentran inscritos en programas académicos cuya calidad está plenamente acreditada tanto por agencias internacionales, como nacionales. 

Entre estos programas debemos resaltar el esfuerzo de la facultad encargada de la licenciatura en Ingeniería de Alimentos, la cual obtuvo su re-acreditación internacional vigente para el período 2015-2020 ante el Institute of Food Technologists, confirmando de esta manera que en nuestra universidad formamos profesionales que aplican el conocimiento científico en beneficio de la sociedad, para obtener soluciones innovadoras en materia de nutrición y sustentabilidad.

Durante 2016 seguiremos el proceso de acreditación de nuestra calidad académica.  A partir de septiembre 2015, cuando recibimos en nuestras instalaciones al Comité Evaluador del Accreditation Board for Engineering and Technology (ABET), conformado por cinco académicos de tiempo completo de instituciones tales como el Georgia Institute of Technology, North Carolina State University y el US Army Corps of Engineers, iniciamos la acreditación internacional de nuestros programas de Ingeniería Civil, Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica e Ingeniería Mecatrónica. Al término de la visita del Comité, los comentarios recibidos fueron positivos, llevándonos a la convicción de que en julio de 2016 tendremos las acreditaciones internacionales de los programas de licenciatura de la Escuela de Ingeniería mencionados.  Con estas acciones demostramos una vez más que nuestros programas educativos cumplen no solo con los estándares mexicanos establecidos por nuestras autoridades educativas, sino también con estándares internacionales que nos permiten garantizar la formación de egresados con bases académicas y  tecnológicas sólidas, capacidades de liderazgo en la innovación y en la aplicación de nuevas tecnologías, así como sensibilidad profesional para asegurar el bienestar y la seguridad de la sociedad a la que servirán.

Ratificando nuestra calidad académica, durante el año 2015 recibimos la invitación a participar en la iniciativa bilateral del British Council del gobierno del Reino Unido de la Gran Bretaña y la Agencia Mexicana para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (AMEXCID). Esta invitación nos permite ser parte de un grupo selecto de universidades mexicanas que colaborarán en actividades de intercambio de profesores e investigadores con doce de las universidades de mayor prestigio del Reino Unido.  El acuerdo abre para nuestra facultad la oportunidad de realizar intercambios de enseñanza e investigación con cualquiera de las universidades contrapartes en el Reino Unido.  Nuestros estudiantes se verán beneficiados con la visita de prestigiados profesores e investigadores de dicho país, quienes vendrán a México para realizar actividades de vinculación e innovación en Ciencia y Tecnología, Ingeniería, Matemáticas, Humanidades y Ciencias Sociales.

Mención especial debo hacer del convenio de colaboración entre la Universidad de Cambridge y nuestra institución, liderado por el Dr. Leandro Rodríguez, quien de manera específica logró que esta prestigiosa universidad inglesa signara un acuerdo bilateral con nosotros para el intercambio de profesores; acuerdo que nos distingue por ser el único firmado por dicha universidad con universidades privadas de Latinoamérica.  Gracias a este acuerdo, profesores de la UDLAP y de la Universidad de Cambridge tendrán la oportunidad de movilidad académica bidireccional para realizar investigación de vanguardia en las Artes, las Humanidades y las Ciencias Sociales, a través de estancias académicas donde los miembros de la facultad tomarán el cargo de Investigador Visitante UDLAP-Cambridge.

Siguiendo con los acuerdos que nos permitieron consolidar el prestigio académico de la UDLAP durante 2015, firmamos convenios de intercambio de profesores, establecimiento de licenciaturas y maestrías duales y proyectos de investigación conjunta con la Dublin City University (DCU) en Irlanda, considerada una de las 50 mejores universidades de reciente creación en el mundo y clasificada ya entre las mejores 400 del planeta. En el área de las humanidades, establecimos un convenio de colaboración con el Trinity College en Dublin, la institución educativa más antigua de Irlanda, la cual, estando considerada entre las 100 mejores instituciones de educación superior a nivel mundial, nos ha invitado a desarrollar programas de investigación conjunta en este campo del conocimiento.   

Tanto el ranking nacional del periódico El Universal, como el regional del periódico Reforma, confirmaron que el trabajo desplegado por nuestra facultad y la Vicerrectoría Académica durante el año 2015-2016 está pagando con creces.  Con contadas excepciones, nuestras licenciaturas mantuvieron o mejoraron su clasificación en las evaluaciones que estos diarios realizan acerca de la calidad académica de las universidades de México y muchas avanzaron de manera contundente en su evaluación. 

Destacan en el ranking de El Universal las licenciaturas en Ingeniería Industrial, Ingeniería Mecánica y Mercadotecnia que obtuvieron el 1er lugar nacional; Administración de Empresas, Arquitectura y Estrategias Financieras y Contaduría, que ocuparon la segunda posición y Actuaría, Derecho, Ingeniería Civil, Psicología y Relaciones Internacionales que se clasificaron terceras en sus respectivas categorías. En cuanto a la clasificación de naturaleza regional realizada por el periódico Reforma, y en la que participaron 75 universidades, en las 8 disciplinas en que participamos obtuvimos tres primeros lugares para las carreras de Ciencias de la Comunicación, Ingeniería en Sistemas y Psicología, y cuatro segundos lugares en Administración de Empresas, Arquitectura, Ingeniería Industrial y Diseño Gráfico. Las evaluaciones mencionadas confirman de manera objetiva la calidad académica de nuestra universidad.  

Mayor contundencia respecto a la percepción de nuestra calidad académica tiene las evaluaciones otorgadas a nuestra institución, por nuestros pares académicos y los empleadores de nuestros egresados. Nuestros pares académicos calificaron a nuestra facultad como la segunda mejor de México, solo detrás de la facultad de la Universidad Nacional Autónoma de México. Los empleadores evaluaron a nuestros egresados como aquellos con la mejor calidad profesional, colocándonos de manera evidente como la mejor universidad privada del país. Ambas distinciones refrendan de manera inequívoca la calidad de nuestra facultad y la pertinencia de nuestros programas académicos, permitiendo a los padres de familia que nos confían la educación de sus hijos contar con la seguridad que es aquí donde obtendrán la mejor preparación para enfrentar el mundo profesional del siglo XXI.

Como he dicho en repetidas ocasiones, los logros anteriores son importantes y nos deben llenar de orgullo, pero no deben ser la base sobre la cual definamos nuestras actividades de manera regular.  Lo que más orgullo debe darnos es el que, como en años anteriores, durante el año 2015 seguimos atrayendo a los jóvenes más talentosos de México a nuestra universidad. Convencidos de nuestra calidad académica, más de 1800 jóvenes se incorporaron a nuestros programas de licenciatura en el otoño de 2015, un total de estudiantes que no solo representó el número mayor de alumnos de nuevo ingreso de nuestra historia, sino que también nos permitió contar con el grupo de estudiantes con el mayor puntaje en el examen de ingreso de nuestra historia reciente, y con la mayor diversidad geográfica y socioeconómica que jamás hayamos tenido. 

Quiero expresar mi agradecimiento a todos y cada uno de los miembros de nuestro equipo de Incorporación por lograr este resultado en inscripciones, pero sobre todo quiero enfatizar mi agradecimiento personal a todos y cada uno de los miembros de nuestra facultad que ayudaron a llevar la universidad a la casa de esos estudiantes, demostrando que ellos hallarán al ingresar a nuestra universidad no solo calidad académica en sus programas de estudio, sino también la calidez en el trato que se les otorgará por nuestra facultad.    

Hoy puedo informarles que, gracias a esa percepción de calidad académica y calidez en el trato, el número de aspirantes que han iniciado trámites para ingresar a nuestra universidad el próximo Otoño 2016 superó ya la cifra de 12,000 personas, cifra que nos garantiza que este año romperemos una vez más el récord de nuevos alumnos de la universidad; número que a su vez marcará un nuevo hito en nuestra historia al sobrepasar 9,500 alumnos en el otoño de 2016.  Este número nos permitirá mantener la calidad académica y financiera que nos ha distinguido desde el año 2008. ¡Muchas gracias a todos ustedes!


Formando ciudadanos

Se le atribuye a Aristóteles el haber dicho que: "La ciudad, es la comunidad de familias y municipios para una vida perfecta y autosuficiente”.  Para una universidad como la nuestra, este concepto debe traducirse en la formación de ciudadanos que, siendo los mejores profesionistas en su disciplina de estudio, sean también sensibles a su realidad social y que estén dispuestos a participar en la construcción de un estado moderno y equitativo.

Desde la crisis financiera del año 2009, nuestro país ha enfrentado un mundo en el que simultáneamente se dan democracia y tiranía, tolerancia e intransigencia, respeto a los derechos humanos y violación de los mismos, incremento en la riqueza de unas naciones y de la pobreza en otras; un mundo en el que los valores tradicionales de la humanidad: honestidad, sinceridad, integridad y compasión, son cuestionados por quienes ante el temor creado por una competencia global, escasez de recursos y la tiranía de los mercados, anteponen su bienestar individual al bienestar de la comunidad.  Este es el reto al que como universidad debemos responder con decisión si deseamos ser, aún en pequeña medida, artífices de un futuro mejor. 

De manera particular, la situación de inseguridad y pobreza que sufre nuestra nación presenta a los mexicanos un reto de proporciones históricas que sólo en tres ocasiones se ha dado en nuestro pasado: la Independencia, la Reforma y la Revolución. Ante las agresiones registradas contra los derechos humanos de muchos de nuestros compatriotas tanto en nuestro país, como en el resto del mundo, la UDLAP no puede permanecer indiferente.  La formación de ciudadanos debe ser el objetivo de nuestra institución; solo cuando estemos seguros que lo hemos logrado podremos decir con orgullo que somos una institución exitosa. Crear ciudadanos permitirá a nuestro país que la paz y la prosperidad abunden ahí donde hoy solo existe el dolor de la injusticia y la calamidad de la violencia.  

Con orgullo puedo decir que vamos respondiendo a este reto con acciones concretas.

Nuestros programas académicos cuentan con cursos que permiten a nuestros estudiantes entender el concepto de ética personal y profesional, así como de tolerancia hacia otras disciplinas y culturas.  Nuestros programas de intercambio académico dotan a nuestros alumnos con la vivencia en otras sociedades y la capacidad de adaptarse a concepciones distintas del mundo que los rodea.  Los cursos de educación general que incorporamos en todos nuestros programas académicos, permiten a todos nuestros estudiantes obtener las habilidades necesarias para formarse integralmente como ciudadanos.

Nuestra facultad ha respondido con entusiasmo a este reto tanto en el contenido de los cursos generales, como en la publicación y diseminación de documentos e investigación que responde a la necesidad de crear ciudadanía en nuestro país. Un ejemplo notorio de lo anterior fue la publicación y diseminación de los resultados contenidos en los documentos intitulados Índice Global de Impunidad e IGI-MEX, documentos que no solo permitieron posicionar a la universidad como un ente que crea opinión en México, sino como una institución que forma a sus estudiantes en los valores universales que nos definen como seres civilizados, como verdaderos ciudadanos en la tradición de Aristóteles.

Cualquier universidad que le tema a enfrentarse al reto de formar ciudadanos o que se substraiga de sus responsabilidades ante la situación enfrentada por la sociedad de la cual emana, es una institución que no responde a su responsabilidad social.  Durante este año, nosotros lo hicimos exitosamente.


Responsabilidad Financiera

Los estados financieros de la institución, para los años 2014 y 2015, contenidos en el informe que acabo de entregar, reflejan la sólida estabilidad financiera de la institución.  El resultado operativo de 2015 fue un superávit de 50.5 millones de pesos comparado con un superávit de 47.3 millones de pesos, en 2014. El resultado operativo de 2015 considera lo siguiente: incremento en los ingresos netos de colegiatura, la principal actividad de la universidad; incremento en otros ingresos destacando los ingresos de sorteo, el manejo de la operación con eficiencia y el control de gastos innecesarios de la institución. Se mantienen relaciones positivas en la capacidad de cubrir con los activos circulantes las obligaciones de corto plazo, al tiempo que se cuenta con capitales de trabajo netos positivos. Los recursos en efectivo y equivalentes representan el 115% de las obligaciones de corto plazo.  Siendo una institución sin fines de lucro, estos resultados financieros nos permitieron realizar inversiones en inmuebles, mobiliario y equipo técnico para la enseñanza en laboratorios, que representó 125 millones de pesos en 2015. Además, se liquidó el 100% de la deuda financiera de la institución.

Como lo han demostrado nuestras acciones en los pasados 8 años, nuestra universidad solo seguirá floreciendo si mantenemos la disciplina financiera de que hemos hecho gala hasta el momento. No les quepa duda, somos una institución sólida y prestigiosa porque hemos sido capaces de demostrar a propios y extraños que tenemos la capacidad de manejar eficientemente nuestros recursos y robustecer nuestra independencia financiera a pesar de la volatilidad económica por la que ha pasado nuestro país.   

Es gracias a la acción responsable del Consejo Administrativo, y a la prudente preparación de un presupuesto realista, demostrada por el Comité de Presupuesto del año 2015, que pudimos celebrar de manera inclusiva nuestro 75 aniversario, liberarnos de la deuda financiera que nos agobiaba, invertir más de $125 millones de pesos en facilidades académicas y de tecnología de la educación, mejorar nuestra infraestructura de servicios generales e inaugurar nuestra primera extensión universitaria, localizada en la Ciudad de México.

Gracias a esta prudencia financiera, al iniciar 2016 podemos presumir que nuestras instalaciones académicas son inigualadas por las universidades del sector privado de nuestro país. Nuestras facilidades físicas de alojamiento para estudiantes, instalaciones deportivas y centros de recreación social no tienen equivalente entre las universidades privadas similares a la nuestra en el país.   Salones de clase equipados con la más moderna tecnología de la educación, más de 100 laboratorios de enseñanza en las diferentes áreas académicas que los requieren, instalaciones de punta en tecnología de la información, una biblioteca que cada día cuenta con mayor número de recursos bibliográficos electrónicos y una facultad que sobrepasa los 550 profesores, permiten a la UDLAP ser una de las pocas universidades que en México responden a las exigencias que el siglo XXI impone a una educación de calidad.  

Es mi opinión que el equipo que administra nuestra institución, sobrepasa con creces la calidad profesional de cualquier grupo de funcionarios del sector privado o público del México actual. Bajo su conducción, nuestros programas académicos son reconocidos como los mejores del país, nuestro campus es uno de los más bellos, pero sobre todo más funcionales de cualquier universidad en México o el extranjero, y nuestra situación financiera es motivo de admiración por la banca comercial que nos evalúa y ratifica nuestra situación crediticia como de primer nivel. Como nunca antes podemos decir que lo que enseñamos en el aula, lo practicamos consuetudinariamente en la administración. Gracias a ello no hemos padecido sobresaltos ni económicos, ni académicos, en los últimos años. Gracias a ello pudimos celebrar nuestro 75 aniversario a la altura de las circunstancias de la universidad que somos: la mejor universidad privada de México y América Latina.


Programa de becas

Ser maestro en el México actual no es una vocación fácil.  Sin embargo, todos quienes laboramos en la UDLAP hemos aceptado el papel de educar a nuestra juventud con gusto y entrega social. Consciente o inconscientemente, todos hemos aceptado que para cumplir a cabalidad ese papel debemos educar a los jóvenes más talentosos del país sin importar su circunstancia social. Hemos aceptado que la situación financiera de un estudiante con talento no debe ser el impedimento para que estudie en nuestra institución. 

Respondiendo a este compromiso, en el año académico 2015-2016 la universidad otorgó al 43% de los jóvenes que hoy están inscritos algún tipo de ayuda financiera a través de un programa de becas único en México. Con este programa hemos logrado una comunidad estudiantil de alto nivel académico, alta diversidad socio-económica y total representatividad geográfica, combinación que no se repite en otras universidades nacionales. Nuestro programa de ayuda financiera representó en el año 2015 más de 350 millones de pesos, y gracias al compromiso de todos y cada uno de los miembros de la comunidad lo pudimos financiar sin poner en riesgo ni las finanzas de la universidad, ni nuestra calidad académica.  Pero lo más relevante de nuestro programa de ayuda financiera es que no impone a nuestros egresados carga financiera futura como es el caso en otras universidades que se vanaglorian de ser más generosas que nosotros.

Agradezco por ello a todos quienes formamos la comunidad UDLAP su convicción de que nuestra misión solo se logrará si seguimos impulsando la filosofía de que no debe ser la situación financiera de un joven lo que determine su acceso a nuestra universidad.


Ambiente Institucional

La transparencia es el elemento central en la confianza entre personas. De acuerdo con este principio, como todos los años las discusiones y decisiones de las sesiones de los Consejos Académico, Administrativo y Empresarial, se han hecho accesibles a todos los miembros de la comunidad universitaria mediante la publicación de las minutas aprobadas en nuestro sistema de intranet. La participación de facultad, empleados administrativos y estudiantes en los tres consejos, garantiza que la voz de todos quienes formamos la comunidad UDLAP seguirá siendo tomada en cuenta en todas las decisiones de importancia para nuestra universidad. Esta participación permite que las decisiones difíciles que hemos tenido que tomar sean respaldadas por la totalidad de nuestra comunidad.

La participación de empresarios independientes, como los aquí presentes, asegura que todas las acciones tomadas por mi administración sean sometidas con la misma transparencia a una revisión externa. Como he dicho todos los años en que he tenido el honor de ser Rector de esta universidad, su participación desinteresada y apoyo financiero nos garantiza la independencia y solvencia de las decisiones tomadas por nuestra comunidad universitaria. Por ello agradezco a nombre propio y de todos quienes laboramos en la UDLAP su presencia a lo largo de este último año; sin su apoyo muchos de los éxitos de la institución no hubiesen sido posibles; su infatigable participación nos está obligando a ser la mejor universidad que podamos ser. 

En conjunto con las personas del Patronato que participan como miembros del Consejo Empresarial, empresarios y patronos han respetado de manera total la libertad de cátedra y la libertad de expresión de todos quienes integramos la comunidad universitaria.  Sin ese respaldo y ese respeto de nuestras libertades no habríamos logrado consolidar nuestro prestigio académico y administrativo como lo hemos hecho hasta el momento.  Muchas gracias a ellos.


Nuestro futuro

Hablar del pasado es siempre fácil, solo es necesario reseñar lo ocurrido y dejar que cada uno de ustedes juzgue si verdaderamente lo mencionado es cierto o no.  Pensar en nuestro futuro es mucho más complejo. Quiero terminar estas palabras mencionando los retos que a mi consideración enfrentaremos en los próximos años.  Retos que exigirán toda nuestra capacidad de imaginación y disciplina para superarlos de manera exitosa.

Facultad de prestigio. El primero de ellos es la consolidación de una facultad de prestigio. El lineamiento de facultad de prestigio, establecido en la planeación estratégica de la UDLAP, implica fortalecer la planta docente con profesores cuyo reconocimiento sea nacional e internacional, derivado de su formación académica, desarrollo profesional, experiencia docente y programa de investigación y/o creación artística.  El reto es lograr esta combinación manteniendo nuestro equilibrio financiero y una razón estudiante/profesor no superior a 25. Esta tarea no es fácil porque de acuerdo a nuestro plan estratégico de crecimiento implica lograr un número de 600 profesores de tiempo completo con aproximadamente un número similar de profesores por cátedra.  Lograrlo será todo un reto para nuestra universidad, ya que también en el plan estratégico institucional hemos decidido no crecer más allá de 12,000 estudiantes en nuestro campus principal, ni de 25,000 alumnos en el programa total de expansión de la universidad.

El reto no es fácil de resolver porque debemos combinar las actividades de esta facultad de tal manera que educar e investigar ocurran simultáneamente y con altos estándares de calidad académica, en un ambiente financiero que por el momento exige dar prioridad a la labor de enseñanza por sobre la de investigación. Un reto que se maximiza cuando proyectamos una población estudiantil futura cuya concentración ocurrirá en unas cuantas disciplinas, al tiempo que nuestra vocación universitaria nos impulsa a mantener el balance de programas académicos en las Artes y Humanidades y Ciencias Básicas, mientras que la realidad nos impulsa a concentrarnos en las áreas de Ingeniería, Ciencias Sociales y Negocios que son populares entre la juventud moderna. 

Un reto que además se presenta en un ambiente en el que la labor de investigación en universidades privadas como la nuestra no cuenta con financiamiento adecuado ni de las empresas, ni del gobierno como ocurre en otras naciones que nos roban a nuestros profesores investigadores con ofertas de financiamiento que no podemos igualar con fondos propios de la universidad.   

Encontrar el camino para lograr ambos objetivos: 600 profesores de tiempo completo y la combinación 50/50 entre enseñanza e investigación no será tarea fácil.  Pero es la tarea a la que debemos comprometer toda nuestra imaginación y voluntad en los próximos años, si queremos lograr la calidad de universidad a la que todos quienes integramos la comunidad UDLAP aspiramos.

Eficiencia de operaciones financieras. El activo más importante de la universidad es la gente que trabaja en ella. Debemos por lo mismo equilibrar la protección de los empleos, de nuestras prestaciones y del nivel de nuestros salarios reales con la necesidad de financiar otras necesidades que garanticen en el largo plazo la calidad académica institucional. Sin gente comprometida no tendremos universidad de prestigio. Pero también es cierto que, sin inversiones en mantenimiento del campus, modernización de la tecnología de educación, un programa de becas importante e instalaciones deportivas de primer orden, no mantendremos la calidad académica que presumimos en estos momentos.

Ante este reto no cabe sino continuar aplicando los programas de eficiencia administrativa que permitan reducir costos operativos y lograr los resultados financieros que sigan apoyando incrementos moderados, pero superiores a la inflación, en sueldos y salarios de la comunidad UDLAP, mantener los niveles de inversión de aproximadamente 70 a 80 millones de pesos anuales y robustecer los programas de ayuda financiera para nuestros estudiantes.  Lo hemos hecho por 8 años, estoy seguro que con la responsabilidad y entusiasmo que hemos demostrado, lo seguiremos logrando en los próximos años.

Cambios en el modelo educativo. Quizá el reto más importante que enfrentaremos es el tercero que deseo mencionar: la pertinencia de nuestro modelo educativo ante los embates de la tecnología moderna. Es la discusión que en teoría de negocios llamamos Blockbuster vs. Netflix.  Discusión que traída al mundo de la educación nos asegura que, como Blockbuster, la educación tradicional pronto será obsoleta, razón por la que debemos adaptarnos al nuevo modelo Netflix y aplicarlo de inmediato para evitar convertirnos en el Do-Do del mundo educacional. 

Hasta el momento, en la UDLAP mantenemos nuestra creencia que la educación tradicional resistirá el embate tecnológico y que nuestro campus seguirá siendo el sitio de nuestro modelo tradicional de enseñanza por muchos años. Sin embargo, no podemos menospreciar el reto que la tecnología moderna nos presenta en términos de competencia por los estudiantes del mañana.  Necesitamos como primera acción para responder a este reto, explorar esta dicotomía creada por la tecnología moderna y encontrar ese balance entre educación tradicional y educación con uso intensivo de tecnología, en la renovación de planes académicos en que hoy nos encontramos inmersos.

El mercado permite que el individuo promedio elija, dentro de un grupo de alternativas existentes, la opción más conveniente para sus intereses. Por ello la segunda acción necesaria para responder al reto de la pertinencia educativa que nos presenta el mundo del mañana, consiste en la obligación de que nuestros programas académicos respondan adecuadamente a las señales del nuevo mercado laboral que está siendo creado por los cambios tecnológicos del siglo XXI. Si queremos responder a esos cambios debemos rechazar la noción tutelar o paternalista de la educación profesional rígida que, en ocasiones, más que brindar información y herramientas, pretende aleccionar rígidamente al estudiante a pertenecer a un marco inalterable profesional. 

El concepto que manejamos en la UDLAP de una educación de naturaleza integral permite a nuestros egresados tener un criterio amplio para reconocer las bondades de disciplinas diferentes a la suya, al tiempo de entender que en este mundo globalizado es la capacidad de aprender a aprender lo que les permitirá hacer frente a un mundo en el que la información y los nuevos conocimientos hacen que en menos de dos años mucha de la información que se le ha entregado en sus estudios sea obsoleta. Un amplio cuerpo de investigación confirma que, dotado de esta capacidad para responder a lo inesperado, la gente toma decisiones sensatas de acuerdo con sus objetivos profesionales en la mayoría de las situaciones que enfrente en su futuro.

Por último, nuestro modelo educativo deberá incluir un ambiente académico que provea a nuestros egresados con la capacidad para defender aquellos principios sobre los cuales se fundamenta la convivencia pacífica entre personas.  Resulta fundamental proporcionarles el ambiente universitario bajo el cual aprendan el valor de la libertad, del respeto a los derechos humanos y la democracia como régimen de gobierno. 

Impunidad, mercado negro, fraude fiscal, corrupción, desempleo y estancamiento son el resultado de no haber imbuido en los egresados que muchas universidades producen, los valores antes mencionados.  Es el resultado de haberles inculcado conceptos tales como “el que no transa no avanza” como el objetivo fundamental de una vida de éxito. Nuestros jóvenes se preguntan ¿para qué el respeto a los derechos humanos si tu vida puede ser destruida por eventos que provienen del exterior? ¿Para qué el principio de propiedad privada si finalmente lo que posees no vale nada? ¿Para qué el respeto a la democracia si los beneficios de la misma van a nos cuantos y los riesgos los absorben la mayoría?

De no dotarles con la capacidad para entender que en la libertad individual se exige también la responsabilidad social, que en la garantía de seguridad se exige también el respeto a los derechos de otros y que en el ejercicio de sus funciones productivas no debería contabilizarse el subsidio patrimonial del gobierno, nuestros egresados serán excelentes profesionales pero pésimos ciudadanos. 

Como expresó Henry Kissinger en una ocasión: “una sociedad en la que impere el respeto a los derechos humanos y la libertad individual, es un concepto más revolucionario que el concepto del socialismo defendido por muchos de los políticos actuales”

Nuestro sistema de educación superior no puede exentarse de participar en este debate, de formar ciudadanos globales por encima de profesionales locales. Ojalá y ese sea el objetivo que todos persigamos.

Responder a este último exige en nosotros la humildad de reconocer como educadores que no somos los portadores de la verdad absoluta.  Que no recibimos la tabla de los Diez Mandamientos como lo hizo Moisés.  Que lo que hoy entendemos como el modelo educativo ideal no existe en realidad.  Debemos reconocer que somos mortales, que debemos transformarnos de manera continua. Que lo que hoy consideramos el modelo educativo está sujeto a un plebiscito constante de nuestros estudiantes y de la sociedad a la que servirán al término de sus estudios. Se requiere ser un revolucionario de la educación. En suma, quienes participamos en esta labor educativa debemos hacerlo con pragmatismo y modestia.

Por un lado, debemos escoger objetivos concretos y mensurables. Por el otro, debemos aceptar que estos objetivos cambian constantemente en respuesta a las necesidades de una sociedad globalizada que es determinante en el siglo XXI.  Finalmente debemos aceptar que nuestra función no implica adoctrinar o cambiar mentalidades, sino apoyar y estimular competencias e iniciativas latentes en las personas.

En este recinto universitario en el que hoy se encuentran intentamos reunir armónicamente las distintas dimensiones de esta concepción acerca de la educación requerida para el México del siglo XXI. Existen novedosos recursos tecnológicos y pedagógicos para introducir a los jóvenes en los dilemas sociales y ejercitar su intuición. Sus salas y laboratorios brindan no solo información didáctica y capacitación aplicada en sus disciplinas profesionales sino también intentan proveerles con los principales elementos de una vida ética y una conciencia social.

Estoy seguro que, como lo demostramos en este último año, seguiremos haciéndolo bien y con la honestidad que nos distingue.


Muchas Gracias

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