Raúl Howe Marañon
Orador invitado - EDCS

79° CEREMONIA DE GRADUACIÓN DE LA GENERACIÓN 2023
9 de junio de 2023

Gracias por recibirme de nuevo en nuestra casa en su casa, la UDLAP que es nada más y nada menos que la mejor universidad privada de nuestro México.

Es un honor, poder compartir un mensaje con la generación de líderes que guiará las decisiones no solo de este país, sino también de otros países y regiones en el mundo.

¡Créansela! ¡Créansela!

Levante la mano quien se ha arrepentido de haberle dado su tiempo a una persona, a… un proyecto o a una actividad. ¡La gran mayoría nos hemos arrepentido! Por ello…

Hoy, les hablaré del tiempo como verdugo, del tiempo como maestro y del tiempo como final perfecto.

“Se dice que el tiempo es un gran maestro: lo malo es que va matando a sus discípulos”.


(Héctor Berlioz 1803-1869) Compositor francés.

¿Cómo evitar ser el “sacrificio del verdugo”, los discípulos, y convertirnos en verdaderos maestros de nuestro tiempo? Esto no es algo que podamos lograr solos, y además necesitamos ser prudentes y saber entregar nuestro tiempo de forma correcta, en el lugar correcto y a las personas correctas”.

Habrá quien piense que el tiempo es únicamente curativo y que no es un cruel verdugo de proyectos, sueños, ilusiones, y que exagero. Que siempre es un maestro y que no es capaz de matar. Esto es porque desde niños hemos escuchado frases como:

“el tiempo lo cura todo”,

“el tiempo es un gran médico por lo viejo y experimentado”,

“el tiempo a todos consuela”

Son frases sabias, sí, todas lo son. Tanto que ocultan a ese verdugo silencioso y camuflado que ejecuta, que castiga. A muchos de ustedes aún, poco o nada les preocupará este verdugo hoy, porque hasta sus 25 años su tiempo ha tenido guardianes, maestros, excepcionales y además, lo sienten como un recurso ilimitado. ¡Claro, tienen toda una vida por delante y todo el tiempo del mundo”. Sí, fue sarcasmo…

Veamos. Como es lógico, al nacer, nuestro tiempo pertenece casi exclusivamente a nuestros padres, a nuestros abuelitos -o alguna figura de autoridad-, quienes se encargaron de cuidarnos. Vamos dejando la niñez, y conforme crecemos vamos haciendo amigos, entre ellos algunos primos o familiares a quienes en verdad elegimos como cercanos para sumarlos a nuestra historia, luego, después de los 25 años, los padres, los abuelos, y estos amigos, estos maestros y guardianes excepcionales, se van sustituyendo como diluyendo en el tiempo. Nos damos cuenta que la vida ha cambiado y ahora el tiempo ya no es tuyo ni de tus padres ni de tus amigos, ahora es de tu nuevo jefe, de tu nueva socia, de tu pareja, tal vez de tus hijos… tu tiempo parece que, ahora, ya no es tuyo.

De los resultados de la “American Time Use Survey 2011-2019” podemos concluir que, el tiempo además de ser un recurso limitado, es además un recurso asignado, e irrecuperable. En la próxima década tendrás opciones laborales o de negocio atractivas, en las que les llamará la atención las utilidades, o el salario, las prestaciones en tiempo para viajar, la marca, el estatus, sin embargo, si quieres ser un maestro de tu tiempo debes enfocarte en saber sobre las personas, las empresas y las organizaciones son conformadas por personas, y valorar si esos nuevos personajes de tu historia serán maestros o verdugos. Esto lo sabrás si son auténticos, si viven con propósito, si sirven con voluntad de causa, si son fieles a sí mismos.

Bronnie Ware, una enfermera australiana, trabajó con enfermos terminales y aprovechó para preguntarles de qué se arrepentirían antes de morir. El resultado es impresionante. La principal causa de arrepentimiento antes de morir es “Desearía haber tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí”. No busquen solo un empleo o un negocio, busquen realizarse, busquen maestros de vida y de tiempo en las personas buenas, bellas y verdaderas. En personas que incluso pretendan dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos, que los ayuden a ser independientes, auténticos, al punto que hagan que te “la creas” de verdad.

Como dato ilustrativo, algunos de los amigos de Berlioz, ese compositor romántico francés, eran nada más y nada menos que Alejandro Dumas, Víctor Hugo, Honoré de Balzac, también Gauder… a ellos él decidió darles su tiempo y no solo hacerlos sus amigos sino volverlos sus maestros.

Ahora, no pierdan de vista algo importante. ¿Con quién es la persona con quién pasamos mayor tiempo? Sí, con nosotros mismos. Tenemos que volvernos nuestra mejor compañía para nuestra vida futura. Berlioz, enfermo y solo, su segunda esposa había muerto y su hijo único acaba también de morir a causa de la fiebre amarilla, viaja a Niza, porque en esa ciudad había pasado algunos de los momentos más bellos de su vida, sin embargo encuentra después de décadas la ciudad muy cambiada (todo cambia) vuelve a París para ser enterrado en el cementerio de Montmartre. El propio Gauder escribió “Me parece que Berlioz, Victor Hugo y Delacroix forman la Santísima Trinidad del arte romántico”.

Empecé con frases, y termino con frases: “Dime con quien andas y te diré quién eres”, y si me crees cierro con Charles Chaplin “El tiempo es el mejor autor, siempre encuentra un final perfecto”.