Narrar significa contar o relatar historias; referir hechos pasados, ya sean ficticios o reales. De esta manera, la narración se define como el conjunto de actos o expresiones verbales mediante las cuales una persona cuenta los hechos de un suceso real o ficticio, cotidiano, científico o literario. Para que exista una narración se requiere que, con base en su conocimiento y experiencia, una persona cuente el relato, es decir, toda narración necesita una “voz narrativa”. A lo que se narra se le llama suceso y comprende todo lo que acontece en el relato, ya sea narrado en presente, pasado o futuro. Es muy importante que el suceso sea trascendente y se narre de forma dinámica para así conseguir atraer y mantener la atención del lector.
Describir es dar cuenta de las características de una persona, objeto, planta, animal, sensación, lugar; en fin, de todo lo que nos rodea. La descripción es "la forma de expresión que representa las partes, las cualidades, las notas características y los elementos que constituyen un ser animado, una persona o un objeto" (Sánchez, 353). Esta estructura retórica nos sirve para explicar las partes, las cualidades y las funciones que desempeña el objeto elegido para la descripción, en relación con el espacio, el tiempo y otros objetos. Por tanto, la descripción, a diferencia de la narración, no tienen acción; es estática porque no relata hechos.
La argumentación es un modo discursivo que tiene como finalidad tratar de convencer, en apoyo de una tesis o postura personal, a nuestro interlocutor. Los argumentos ofrecen razones o pruebas para que otras personas puedan añadirse a lo que pensamos; además, sirven tanto para reflexionar como para realizar inferencias y obtener conclusiones. De esta manera, podemos decir que el propósito principal de los textos argumentativos es legitimar por medio de hechos, evidencias o pruebas un punto de vista.
Se conoce como exposición al conjunto de ideas que, presentadas de forma clara y concisa, tiene como propósito la transmisión de conocimiento sobre algún asunto en particular. La exposición tiene un carácter estrictamente veritativo (informativo) y emplea una serie de técnicas y operaciones mentales (definición, clasificación, explicación, etc.) que permiten la ordenación lógica, coherente y objetiva de la información. En la exposición predomina la función representativa para referir las propiedades de los objetos, su esencia y sus causas. En síntesis, exponer es informar, declarar, explicar. Prácticamente, todos los géneros, tanto orales como escritos, en el ámbito académico, utilizan la exposición. Por ejemplo: el ensayo, la monografía, la tesis, la conferencia, la ponencia, entre otros.