Paulina Alejandra Ávila Torres. Dra. en Ingeniería de sistemas, profesora de tiempo completo en el Departamento de Administración de Empresas.
La inteligencia artificial es mucho más que ChatGPT o cualquier IA generativa. Los algoritmos bio inspirados forman parte de la inteligencia artificial y estos tienen muchas aplicaciones, una de ellas es la creación de rutas de reparto. De manera específica el algoritmo de la colonia de abejas se ha empleado en diversas ocasiones para tal fin.
En la siguiente infografía los pasos 1 al 4 explican de manera general cómo las abejas trabajan para encontrar fuentes de néctar. Posteriormente del paso 5 al 10 se explica cómo se aplica el comportamiento de las abejas en un algoritmo que permite crear rutas.
Las abejas exploradoras salen en diferentes direcciones a buscar fuentes de néctar.
Cuando una abeja encuentra una buena fuente de néctar vuelve a la colmena, realiza un baile para indicar la calidad y la ubicación del néctar.
Las abejas obreras siguen la información de la fuente del néctar. Mientras más abejas acudan mejor.
Este proceso se repite con las abejas explorando nuevas opciones.
Se generan rutas iniciales de manera aleatoria.
Cada ruta generada se evalúa de acuerdo a distancia, tiempo, costo, etc. Las rutas que no cumplen con las restricciones se descartan y las más viables se califican.
Las rutas con mejores resultados se "comunican" al resto del sistema.
Se intercambia el orden de algunas entregas y se evalúa la nueva solución.
Se exploran nuevas rutas para evitar que el algoritmo se estanque en soluciones subóptimas.
Después de cada iteración las rutas menos eficientes se descartan y las más eficientes se mantienen y se mejoran. El proceso continúa hasta que las soluciones no mejoren significativamente o hasta cierto número de iteraciones.