El Maestro Raúl González López es Ingeniero en Computación egresado de la UNAM con más de 30 años de experiencia en el mundo de las tecnologías de información. Su formación incluye desde certificaciones como DBA al inicio de su carrera, pasando por la administración de proyectos, gestión y gobierno de tecnologías de información, hasta las prácticas ágiles de desarrollo y agilidad empresarial. También es Maestro en Calidad de la Educación por la Universidad de las Américas Puebla. Actualmente es director de Servicios de Tecnologías de la Información al Cliente en la UDLAP. Es entusiasta estudioso del fenómeno humano–tecnología, de sus interacciones, y de cómo se definen y transforman mutuamente.
En la entrega anterior, planteamos qué, para efectos de esta serie de artículos denominaremos indistintamente “Habilidades Blandas” a las Habilidades Cognitivas Superiores y las Habilidades Socioemocionales en su conjunto, aun cuándo pueda haber desacuerdo en cuanto a si las primeras son o no son “Habilidades Blandas”.
En esta entrega toca el turno a las habilidades socioemocionales, que son igualmente cruciales para el profesionista que se integrará al mercado laboral en los próximos años. Estas habilidades no solo apoyan el desarrollo personal, sino que también juegan un papel decisivo en la colaboración efectiva y el bienestar en el entorno profesional. Así, profundizaremos en cómo estas competencias interpersonales y emocionales complementan las habilidades cognitivas para formar un perfil profesional completo y preparado para el futuro.
Las habilidades socioemocionales, también conocidas como competencias sociales y emocionales, se refieren a la capacidad de un individuo para entender y manejar sus propias emociones y comprender las de los demás, establecer y alcanzar metas positivas, sentir y mostrar empatía, establecer y mantener relaciones positivas y tomar decisiones responsables (National University, 2020). Estas habilidades son cruciales en la Era Digital, donde la interacción humana a menudo se lleva a cabo a través de medios digitales donde resultan esenciales la comunicación efectiva y la colaboración. Según Durlak et al. (2011), estas habilidades abarcan cinco dimensiones principales:
Autoconciencia: La capacidad de reconocer las propias emociones, pensamientos y valores.
Autorregulación: La habilidad de manejar las emociones y comportamientos propios.
Conciencia social: La capacidad de entender y empatizar con los demás.
Habilidades de relación: La capacidad de establecer y mantener relaciones saludables.
Toma de decisiones responsable: La habilidad de hacer elecciones constructivas sobre el comportamiento personal y las interacciones sociales.
Importancia para el profesionista que se integra al mercado laboral.
El desarrollo de habilidades socioemocionales es crucial para el profesionista que enfrentará el mercado laboral de los próximos años por varias razones:
Adaptabilidad en un mundo VUCA 1 : En un entorno laboral caracterizado por la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VUCA), las habilidades socioemocionales permiten a los profesionales adaptarse y prosperar. Según Pulakos et al. (2000), la adaptabilidad en el lugar de trabajo incluye dimensiones como el manejo de situaciones de crisis, la resolución creativa de problemas y la adaptación a tecnologías y procedimientos novedosos.
Estas competencias son cruciales para enfrentar desafíos imprevistos y aprovechar oportunidades en un mercado laboral dinámico. Además, la adaptabilidad está vinculada a una mayor satisfacción laboral y al éxito profesional, ya que facilita la resiliencia ante cambios organizacionales y promueve una actitud proactiva hacia el aprendizaje continuo.
Colaboración efectiva: Con el aumento del trabajo en equipo y los proyectos interdisciplinarios, la capacidad de colaborar eficazmente es esencial. Según Steegh et al. (2025), los modelos empresariales ágiles, que se basan en la colaboración, son críticos para el desarrollo profesional de los empleados y para el éxito de las organizaciones.
Liderazgo en la era digital: Las habilidades socioemocionales son fundamentales para el liderazgo efectivo en la era digital. Estudios han demostrado que la empatía en el liderazgo está positivamente correlacionada con el desempeño general, ya que promueve un ambiente de trabajo inclusivo y motivador (Kellett, Humphrey, & Sleeth, 2006).
Resistencia al estrés y bienestar: En un mundo laboral cada vez más exigente, las habilidades socioemocionales ayudan a los profesionales a manejar el estrés y mantener su bienestar. La Organización Mundial de la Salud (2022) ha reconocido la importancia de las habilidades socioemocionales en la promoción de la salud mental en el lugar de trabajo.
Complemento a la automatización: Mientras que muchas tareas técnicas pueden ser automatizadas, las habilidades socioemocionales siguen siendo solo humanas. Un informe del Foro Económico Mundial (2020) sugiere que las habilidades socioemocionales serán cada vez más valoradas en un mundo automatizado.
Basándonos en diversos estudios y reportes de la industria, las tres habilidades socioemocionales más demandadas por los empleadores a nivel mundial son:
1. Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional, definida por Goleman (1995) como la capacidad de reconocer, entender y manejar nuestras propias emociones y las de los demás, es ampliamente reconocida como una habilidad crítica en el lugar de trabajo moderno.
Esta habilidad permite a los profesionales:
Manejar el estrés y la presión de manera efectiva
Comunicarse de manera asertiva y empática
Resolver conflictos de manera constructiva
Liderar equipos con empatía y visión
Un estudio de (Kerwin, 2023) encontró que el 71% de los empleadores valora la inteligencia emocional por encima del coeficiente intelectual.
2. Adaptabilidad y Resiliencia
La adaptabilidad y la resiliencia se destacan como habilidades cruciales para los profesionistas que se integren al mercado laboral en los próximos cinco años. Esto debido a la velocidad y complejidad de los cambios en el entorno laboral, impulsados por la tecnología y la globalización.
La adaptabilidad es la capacidad de ajustar eficazmente las acciones y comportamientos en respuesta a nuevos escenarios, desafíos y cambios en el entorno de trabajo. Esta habilidad es esencial ya que permite a los profesionistas manejar la incertidumbre y aprovechar las oportunidades emergentes.
Según (Asana, 2024) desarrollar la adaptabilidad implica estar abierto al aprendizaje continuo y ser proactivo ante los cambios, lo cual es vital en un mundo donde las tecnologías y las prácticas laborales evolucionan rápidamente.
Por otro lado, la resiliencia se refiere a la capacidad de recuperarse rápidamente de las dificultades y mantener un rendimiento efectivo bajo presión.
Es una habilidad que ayuda a los profesionistas a enfrentar el estrés y las adversidades sin perder la motivación ni el enfoque. Mejorar la resiliencia laboral involucra trabajar en habilidades de comunicación y resolución de problemas, así como manejar adecuadamente las emociones y el estrés. (Indeed 2024).
En síntesis, la adaptabilidad permite a los profesionales:
Mantenerse relevantes en un mercado laboral cambiante
Aceptar como hecho el cambio y la innovación
Responder eficazmente a crisis y disrupciones
Por su parte, ante la adversidad, la resiliencia les permite:
Recuperarse y crecer
Mantener un alto rendimiento
Mantener el bienestar emocional
Es evidente que, en el mercado laboral contemporáneo, caracterizado por cambios tecnológicos rápidos y dinámicas organizacionales fluidas, la adaptabilidad y la resiliencia son competencias esenciales para los profesionales. La adaptabilidad permite a los individuos ajustar sus habilidades y comportamientos ante nuevas demandas laborales, facilitando una transición efectiva en entornos en constante evolución (Pulakos et al., 2000).
Por su parte, la resiliencia capacita a los empleados para recuperarse de adversidades y mantener un desempeño óptimo, incluso bajo presión (Luthans et al., 2006). Estas competencias no solo mejoran la satisfacción laboral y el rendimiento, sino que también incrementan la empleabilidad y la capacidad de afrontar desafíos futuros (Fugate et al., 2004). Por lo tanto, fomentar la adaptabilidad y la resiliencia se tornan fundamentales para el éxito profesional en el entorno laboral actual.
3. Comunicación y Colaboración
La capacidad de comunicarse efectivamente y colaborar con diversos equipos es esencial en el lugar de trabajo moderno. Esta habilidad va más allá de la simple transmisión de información; implica la capacidad de escuchar activamente, expresar ideas claramente y trabajar de manera productiva con otros.
Esta habilidad permite a los profesionales:
Construir relaciones sólidas con colegas, clientes y socios
Facilitar la innovación a través de la colaboración interdisciplinaria
Resolver conflictos de manera constructiva
Liderar equipos virtuales y globales
El estudio de LinkedIn (2020) sitúa la comunicación y la colaboración entre las cinco principales Habilidades Blandas requeridas por los empleadores.
En resumen, las habilidades socioemocionales son fundamentales para el éxito profesional en los próximos años. En un mundo laboral caracterizado por el cambio rápido, la complejidad y la interconexión global, la capacidad de manejar las emociones, adaptarse a nuevas situaciones y colaborar efectivamente con otros se ha vuelto tan importante como las habilidades técnicas tradicionales.
Los profesionales que desarrollen y perfeccionen estas habilidades estarán mejor posicionados para navegar los desafíos del próximo lustro, liderar equipos diversos, contribuir significativamente a sus organizaciones y mantenerse relevantes en un mercado laboral en constante evolución.
Por su parte, las instituciones educativas, los empleadores y los individuos deben reconocer la importancia de estas habilidades y trabajar activamente para cultivarlas. Esto implica la integración de programas de aprendizaje socioemocional en la educación formal, la implementación de programas de desarrollo profesional centrados en estas habilidades y un compromiso personal con el crecimiento emocional y social continuo.
En última instancia, el desarrollo de estas habilidades no solo beneficia a los individuos en sus carreras, sino que también contribuye a crear lugares de trabajo más saludables, productivos e innovadores. En un mundo cada vez más complejo y desafiante, estas habilidades son la clave para construir una fuerza laboral resiliente, empática y adaptable, capaz de enfrentar los retos del futuro con confianza y competencia.
En la siguiente entrega abordaremos el tema de cómo integrar las Habilidades Blandas y la Inteligencia Artificial al currículo académico.
National University. (2020, 10 de marzo). What is Social Emotional Learning (SEL): Why It Matters. https://www.nu.edu/blog/social-emotional-learning-sel-why-it-matters-for-educators/
Durlak, J. A., Weissberg, R. P., Dymnicki, A. B., Taylor, R. D., & Schellinger, K. B. (2011). The impact of enhancing students' social and emotional learning: A meta-analysis of school-based universal interventions. Child Development, 82(1), 405-432.
Pulakos, E. D., Arad, S., Donovan, M. A., & Plamondon, K. E. (2000). Adaptability in the workplace: Development of a taxonomy of adaptive performance. Journal of Applied Psychology, 85(4), 612-624. https://doi.org/10.1037/0021-9010.85.4.612
R. Steegh, K. Van De Voorde, J. Paauwe, (2025) Understanding how agile teams reach effectiveness: A systematic literature review to take stock and look forward,
Human Resource Management Review,Volume 35, Issue 1, 2025, 101056, ISSN 1053-4822, https://doi.org/10.1016/j.hrmr.2024.101056.
Kellett, J. B., Humphrey, R. H., & Sleeth, R. G. (2006). Empathy and the emergence of task and relations leaders. The Leadership Quarterly, 17(2), 146-162. https://doi.org/10.1016/j.leaqua.2005.12.003
Organización Mundial de la Salud. (2022). La salud mental en el trabajo. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-at-work
Foro Económico Mundial. (2020). The Future of Jobs Report 2020. World Economic Forum.
Goleman, D. (1995). Emotional intelligence: Why it can matter more than IQ. Bantam Books.
Kerwin, J. (2023, 19 de septiembre). Conexión emocional. Universidad Excelsior. https://www.excelsior.edu/es/article/emotional-connection/
Asana. (2024, 21 de junio). 6 consejos para aumentar tu adaptabilidad en el lugar de trabajo. https://asana.com/es/resources/workplace-adaptability-skills
Equipo editorial de Indeed. (2024, 26 de junio). Resiliencia laboral: definición y ejemplos. Indeed. https://mx.indeed.com/orientacion-profesional/desarrollo-profesional/resiliencia-laboral-definicion-ejemplos
Fugate, M., Kinicki, A. J., & Ashforth, B. E. (2004). Employability: A psycho-social construct, its dimensions, and applications. Journal of Vocational Behavior, 65(1), 14-38. https://doi.org/10.1016/j.jvb.2003.10.005
Luthans, Fred & Vogelgesang, Gretchen & Lester, Paul. (2006). Developing the Psychological Capital of Resiliency. Human Resource Development Review. 5. 25-44. 10.1177/1534484305285335.
LinkedIn Learning. (2020). 2020 Workplace Learning Report. https://learning.linkedin.com/resources/workplace-learning-report-2020
El término VUCA (Volatility, Uncertainty, Complexity and Ambiguity) fue introducido en la década de 1990 por el U.S. Army War College para abordar la complejidad y la incertidumbre de la era postguerra Fría. Desde entonces ha sido adoptado ampliamente en diversos campos para describir y manejar la volatilidad y la ambigüedad, sobre todo del entorno empresarial moderno.