Al hablar de los deepfakes (i.e. medios sintéticos que copian la apariencia facial de personas reales) y sus efectos en la vida moderna y la democracia, el Dr. Carranza (minutos 40-43) y Juliana Fregoso (minutos 46-48) principalmente critican esta tecnología. Lo que se deja de lado, sin embargo, es discutir si los deepfakes, después de todo, podrían ser también una oportunidad para las democracias y no sólo un peligro.
Las elecciones presidenciales surcoreanas de 2022 son un buen ejemplo de cómo los deepfakes pueden ser positivos para la política. El candidato Yoon Suk Yeol del partido político "People Power", creó una versión deepfake de sí mismo llamada "IA (inteligencia artificial) Yoon".
Mediante el uso de deepfakes, Yoon se acercó al público en general y ayudó a superar la distancia entre gobernantes y gobernados, un problema común en muchas democracias modernas. A través de las versiones deepfakes de sí mismo, Yoon pudo llegar a partes de la población a veces olvidadas en política, como los jóvenes y los habitantes de zonas geográficas apartadas de Corea del Sur. Aquellos sectores de la población se acercaron a la democracia.
Sin embargo, la campaña deepfake de Yoon también fue criticada. Esto se debe a que la versión de IA del político no sólo imitaba a Yoon Suk Yeol, sino que también reformaba su apariencia omitiendo sus defectos personales. Por ejemplo, su versión deepfake omitió su hábito de mover la cabeza, que se considera una debilidad en Corea del Sur. Yoon acabó ganando las elecciones presidenciales surcoreanas y actualmente es presidente.
¿Qué opina usted? ¿Pueden los deepfakes ser también una oportunidad en las elecciones democráticas?
Nicolaus Constantin Casati - 181199
Fuentes: